Espejo y espalda

Cuadro del pintor español Molina Navarrete, titulado, cómo no, «La carretera«.carretera

Noticia en Cinco Días, 16 de julio de 2013.

«La construcción cuesta el doble que en Alemania, según los auditoresLa UE pide que se investigue el coste de las autovías en España.  El informe de la Comisión cree que las diferencias de costes no son atribuibles a la orografía o a los costes laborales».

 «La auditoría del Tribunal de Cuentas europeo (TCE) ha comparado las facturas de 24 proyectos viales en España, Polonia, Grecia y Alemania, los cuatro países donde más kilómetros de carreteras se han construido con apoyo comunitario entre 2000 y 2013. El Tribunal concluye, tras analizar 24 proyectos con una inversión total de 3.000 millones de euros, que el coste medio de los seis analizados en España (tres en Andalucía y tres en Extremadura) resultó casi el doble de los seis evaluados en Alemania, tras excluir elementos de ingeniería como viaductos y túneles.

El informe, dirigido por el miembro austríaco del Tribunal, Harald Wögerbauer, recomienda a la CE que averigüe las causas de esa diferencia para garantizar que en el futuro los criterios de licitación y contratación persiguen el resultado más económico en toda la UE.  Los auditores sospechan que esa eficiencia no está garantizada en estos momentos. En España, por ejemplo, cada 1.000 metros de superficie de carretera construida cuestan 160.694 euros frente a los 87.217 euros de Alemania. Solo en Polonia resulta algo más caro, 163.379 euros, mientras que en Grecia se sitúa en 122.562 euros. El informe del Tribunal señala que ese dato es el que mejor refleja el coste de los proyectos, porque descuenta el coste asociado a circunstancias como la orografía del terreno, mucho más abrupta en España que en Alemania. Las diferencias, según el Tribunal, tampoco aparecen asociadas a los costes laborales de cada país.  El informe de Wögerbauer apunta más bien al proceso de adjudicación de los proyectos, que rara vez se decantó por las ofertas más económicas.»

Texto completo de ese informe, en inglés, pinchando aquí informe5_2013. Es el Informe Especial nº 5/2013 del Tribunal de Cuentas Europeo, titulado «¿Se gastan correctamente los fondos de la política de cohesión de la UE destinados a carreteras?».

Está en castellano la nota de prensa oficial de la UE, que es esta: nota de prensa Tribunal de Cuentas Europeo 15-julio-2013.  El informe, al parecer, no está traducido; será que no es suficientemente interesante como para traducirlo. Y eso que el texto trata de otras cosas curiosas, tales como encarecimientos habituales de costes por imprevistos, 20-30 % sobre el precio inicial, que al parecer no se dan en otros países.

Es curioso el informe, sí. Pero más curioso aún es que no haya habido ni portadas periodísticas ni comentarios exhaustivos en los medios de comunicación, ni siquiera para matizar, desmentir ni discutir los datos, si es que fueran discutibles. Raro, considerando el espacio que se dedica a otras cosas habitualmente, pongamos a cómo se va a llamar el hijo de un príncipe inglés, y a desmenuzar con todo tipo de detalles cuestiones técnicas complejas cuando periodísticamente interesa por el motivo que sea.

Por ejemplo, usted a estas alturas seguramente ya sabe todo lo que hay que saber sobre frenos de tren y cosas parecidas, más que si hubiera leído a fondo una pericial del máximo nivel científico de decenas de páginas como las que se presentan en los juzgados. Y aquí sin embargo, nada; al parecer no hay nada que merezca la pena discutir. Y estamos tratando de que un kilómetro de una infraestructura con financiación europea digan unos funcionarios de la Unión Europea, cuesta en España el doble que en Alemania, y que la diferencia de costes

  • no es atribuible a orografía –España es más montañosa-
  • o costes laborales -espere que me ría-.

Algún medio ha recogido alguna cosilla, incluyendo esta, el dato de que las constructoras han rehusado comentarlo. Este otro, que el coste de carretera por usuario es cuatro veces más en España que en Alemania, considerando el tráfico de las carreteras; las previsiones de tráfico son «inexactas», y no se presta suficiente atención a la rentabilidad de los proyectos, es decir, que se construyen infraestructuras que habría que valorar si son innecesarias.

Curioso silencio de una prensa que habla tanto, cuando le interesa, y que ni un segundo ha dedicado a cosas de gravedad sin precedentes que están pasando. Por ejemplo, a las devastadoras consecuencias para los ciudadanos de que por las tasas judiciales ya solo apelan y recurren al Tribunal Supremo TS  en pleitos civiles las empresas, no las personas físicas, cosa que no digo yo, sino el presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, Sr. Magro Servet.

Sí, en una época de abusos bancarios masivos, silencia la prensa que las tasas judiciales están impidiendo recurrir a las personas físicas. Y  que solo las personas jurídicas, o sea, incluyendo los bancos tienen el privilegio de conseguir jurisprudencia aplicable a ese caso concreto y a TODOS los casos. Y esto no lo dice ese magistrado, lo decimos muchos, era justo lo que se buscaba, y por supuesto lo que se ha conseguido, con

  • centenares de miles de afectados/estafados por productos bancarios tóxicos como las preferentes
  • y varios millones de contratos con cláusulas suelo ilegales que los bancos no quieren retirar por las buenas y hay que obligarles yendo al juzgado.

Los bancos, por cierto, además de tener dinero para pagar tasas, se deducen las tasas como gasto, cosa que no sucede con los particulares no profesionales.

Magnífica la libertad de prensa. No puede por menos que recordar la cosa a la película «Ciudadano Kane«, dirigida por el mismo señor que actuaba como protagonista, el de la foto de abajo, Orson Welles, sobre un magnate de la prensa que tal y cual. Y que, por cierto, no es solo una película que está en la lista de las diez mejores películas de la historia del cine, sino que además está basada en la vida de Hearst, el manipulador magnate estadounidense de la prensa que con sus manipulaciones llegó a causar, dicen, la guerra hispano-estadounidense de 1898. Sí, esa guerra que a usted le suena porque ha estudiado en el colegio que dio lugar a la «generación del 98» en literatura, o que desde otro punto le suena porque finalmente dio lugar a la independencia de Cuba.

También se puede ilustrar con «El gran carnaval«, de Billy Wilder, esa otra película clásica sobre prensa sensacionalista, que tiene la ventaja de que es más fácil imaginarse al periodista sin escrúpulos con la cara de Kirk Douglas, ya sabe, ese actor que tuvo un hijo que se llama Michael, también actor. Y no le cuento qué hacía este señor en esa película, también de los años 40 del siglo XX, porque usted, acostumbrado a ver la televisión, lo mismo piensa que es normal.

Kirk Douglas en El Gran Carnaval, 1951

Pero resulta que la actualidad española, que no mencionan ni el informe sobre carreteras, discretísimos y pudorosísimos los funcionarios europeos, ni las incomprensiblemente -o no- discretas y pudorosas noticias que lo reflejan en España,  facilita otros elementos de juicio.

Desde las filesas y los naseiros, décadas oyendo que se pagan comisiones por adjudicaciones de contratos públicos a tirios y troyanos. No hay sentencias, salvo excepciones, y alguna, excepción, muy reciente, está ya en la cárcel tras sentencia, y sí presunción de inocencia, innumerables causas judiciales, interés por los partidos políticos de que no se hable del tema  salvo que sea del partido político de al lado, y la afirmación por el Tribunal de Cuentas español de que en años no podría detectar la contabilidad B de un partido; mire la web. Pero la Unión Europea, con un equivalente del Tribunal de Cuentas que parece que sí funciona, no como el de aquí -aquí, con consejeros que nombran las Cortes y, que, por cierto, pese al nombre engañoso de «Tribunal», que sugiere un control y una independencia inexistentes, tampoco son jueces-, dice que hay carreteras aquí muy caras.

Y eso suena bastante a esas otras cosillas que se han hecho: aeropuertos sin aviones, y esas otras cosillas de todos conocidas, también sin importancia.

O en España tenemos una normativa de contratación pública lamentable, que encarece costes de forma vertiginosa y absurda,  además de dar lugar a construir infraestructuras decididas con creterios no suficientemente meditados, y eso requiere una revisión urgente, o es eso, pero añadiendo algo más. Esta bloguera quiere pensar que es solo lo primero, que ya sería malo, pero a estas alturas cuesta pensar que no sea lo segundo.

magritteEstán los partidos políticos en el caso de este cuadro de René Magritte: se miran a sí mismos en el espejo, y se ven de espaldas. «Causa general» contra «nosotros«, clama el partido tal cuando se habla de que alguno de «los suyos» pudiera haber hecho lo que no debía; «causa general«, la misma expresión, clama el partido cual cuando le toca a él.

Sí; se miran a sí mismos en el espejo, y se ven de espaldas.

Y la factura de que se vean a sí mismos de espaldas, y que pretendan que tampoco les veamos la cara nosotros, la pagan otros.

Y esos otros somos nosotros. Nosotros, los ciudadanos de un país con 6,2 millones de parados, que quizá no tendría tantos de haberse hecho lo que se debía. Algo menos de 6, según la última Encuesta de Población Activa, incluso si es que los datos de bajada son no manipulados y permanentes, no inciertos y/o circunstanciales como dicen algunos. Seis millones. ¿Cifras? No, PERSONAS. Personas que quizá están así, en las cifras, por las cifras de otros. Grandes cifras.

Lectora, lector,  las comisiones al final no las pagan las empresas adjudicatarias, por el sistema asumir el coste como un coste más cualquiera no desgravable. Las paga el Estado, o sea los ciudadanos, con el encarecimiento indebido de los precios de contratos públicos, o dando lugar a infraestructuras innecesarias. En porcentaje muy superior a la comisión abonada.

¿O quizá piensa en serio quien esto lea que cuando se paga una comisión no se repercute en el precio que paga el Estado, o sea, que pagamos todos? ¿O que solo se repercute lo que ha costado a la empresa adjudicataria esa comisión, ese 4,5 % que citan algunas resoluciones judiciales recientes de tal caso, ese 3 % que reconocía tal político en tal otro o figura en tal otra noticia?

Estimada lectora, estimado lector, los delitos prescriben, y hace ya unos añitos que las obras públicas gordas se han construido en España. Quien tenga datos, y sí, me refiero también a los que trabajan en la obra pública que puedan tener datos, que los aporte, y ahí están los juzgados. Ahora. Porque después, si se espera, aunque cuando se acredite, solo quedarán las responsabilidades políticas.

Y ya sabemos lo que dan de sí las responsabilidades políticas en Españajistán, donde dicen tirios y troyanos, al parecer en serio, pero si y solo si se trata de «ellos» y no «de los otros«, que la exclusión de responsabilidad penal, aunque sea por prescripción, o sea, porque se ha actuado tarde para perseguirlo, o han conseguido ocultarlo suficiente tiempo, significa exclusión de responsabilidad política, y aquí no ha pasado nada. Aunque carguemos nosotros con la deuda odiosa. ¿Que no sabe usted lo que es la deuda odiosa? Pues lo siento, que si no, no acabo el post; mire Wikipedia.

Desde otro punto de vista, es probable que esté equivocada. No, seguro. El informe no ha salido en portada de ningún medio de comunicación, ni se le ha dado bombo, ya lo he dicho. La prensa libre, como es lógico,  habla de lo que importa, creo. Qué tranquilidad saber que en Españajistán las carreteras cuestan el doble que en Alemania, pero que es irrelevante, no merece reflexión y no hay ni que hablar de ello, ni siquiera para buscar una explicación razonable, si la hubiere. Que disfrute usted del Tour o el repetido partido del siglo, a lo que sí se dedica el espacio que merece.

Vaya espejo tenemos también en los medios de comunicación. Otro espejo que refleja espaldas, salvo que, por el motivo que sea, interese a quien sea que refleje caras.

Y, por cierto: el cuadro de arriba, fue pintado en el año 2003. En esa epoca, Españajistán hervía de obras públicas en construcción. Curioso.

Verónica del Carpio Fiestas

Dedico este post, y ya van dos posts que les dedico,  a las víctimas del accidente de tren de Santiago de Compostela de 24 de julio de 2013, y a sus familias, que no merecen el circo periodístico que se está montando.

Y de nuevo dedico este post a la presunción de inocencia.

Y con mucho gusto dedicaría este post a los medios de comunicación, si encontrara algún motivo para dedicárselo-

Acerca de Verónica del Carpio Fiestas

Abogada desde 1986. Colegiada ICAM nº 28.303 Profesora de Derecho Civil en el Departamento de Derecho Civil UNED desde 1992 Despacho profesional: C/ Santísima Trinidad, 30, 1° 5, 28010 Madrid (España) Tf. (+34) 917819377 e-mail veronica@delcarpio.es En Twitter @veronicadelcarp
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